El Capitán Monomo parece olvidar que su rango, poder y la nave espacial que comanda le fueron confiadas por el Supremo Pensador, nadie, sino el Mono Mayor puede otorgar o quitar estos privilegios.
Capitán, su ínfima experiencia mundana no se compara con los viajes iluminativos por los que he pasado, en los cuales fui predestinado a gobernar a nuestra raza, por lo tanto, ha decidir el tipo de Gobierno, por lo que me parece insólito su parecer en contra de la Nueva República.
Deberá venir en persona a explicar sus dichos, no se olvide que el Consejo de Monos puede acusarlo de sedición.
Un desagradable hedor a Topo emana de sus palabras, querido Capitán, nauseabundo y decadente.
Al parecer, sus mononeuronas se han visto afectadas por la larga travesía intergaláctica. Enmiende el rumbo o será degradado de manera ominosa.
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